DIARIO DE SEVILLA / 7/12/2014

MANUEL RUESGA

Muebles del Hotel Alfonso XIII y enseres de un restaurante embargado. La Real Fábrica de Artillería se viene utilizando como almacén municipal desde finales de 2011 ante la falta de uso de un edificio que sufrirá el próximo año una importante reforma que servirá para poner freno a su deterioro. 

La Gerencia de Urbanismo tiene almacenados enseres viejos desde hace varios meses en este edificio monumental, donde permanecerán guardados hasta que se decida otra solución para ellos. Se trata de los muebles que pertenecieron al Hotel Alfonso XIII y que no se pudieron vender en la subasta de mobiliario que el Ayuntamiento hizo en abril de 2012. En el inmueble, declarado Bien de Interés Cultural (BIC) y que tiene 22.372 metros cuadrados, también se encuentran unas pertenencias que fueron embargadas por el Ayuntamiento al propietario de un restaurante situado en la torre de agujas de la calle Torneo, ya que no pagó los cánones preceptivos. Estos enseres estaban guardados en una nave industrial que el Consistorio posee en el Polígono Store, pero en ella se encuentra almacenada toda la documentación y material electoral (urnas, mesas y cabinas) que se guardaba en los bajos del Paseo Marqués de Contadero. Dependencias que quedaron vacías porque junto al río se va a realizar un Centro de Atención al Visitante incluido dentro del Plan Turístico, unas obras que comenzarán a principios de abril de 2014. 

No es la primera vez que la Fábrica de Artillería se usa como almacén. Una parte de la misma se cedió a la Delegación de Seguridad y Movilidad a finales de 2011 para guardar diverso material de los Bomberos mientras se hacían obras en la sede del Parque Central, que está situada muy cerca. Se calificó entonces como "almacén provisional" por el gobierno municipal. 

El edificio, que fue entregado por las autoridades militares a la ciudad en junio de 2010, sufrirá una importante reforma el próximo año que vendrá a poner freno a su deterioro. La Gerencia ha consignado en sus presupuestos para el próximo ejercicio una partida de medio millón de euros destinadaa reparar la zona más deteriorada del monumento. El avance del deterioro en los últimos meses se hizo especialmente alarmante en las cubiertas de la parte conocida como la catedral, unas naves llamadas así por la enorme altura del techo abovedado que fueron construidas en 1759 para las tareas de fundición. 

Un informe del departamento de Edificios Municipales fechado en mayo de 2011 avisaba ya de diversas deficiencias en el estado de conservación del monumento. El documento exponía que "el techo del castillete de acceso a la escalera de las cubiertas presenta riesgo de caída en la zona de relleno intermedio, con desprendimiento material de acabado y ladrillo macizo de la formación del abovedado". Otro informe del mismo departamento, fechado en junio de 2011, advertía de una "caída de material de bóveda que coincide con la escalera de desembarco de la escalera de acceso a cubiertas" como consecuencia "del mal estado del mortero". Este mismo estudio aludía a "grietas en la clave y fisuras" en algunos arcos de medio punto de las bóvedas. 

Con estos informes por delante, Urbanismo preparó un proyecto de intervención integral destinado a sanear y consolidar todo el monumento. No obstante, los expertos pusieron de relieve la necesidad de acometer inmediatamente medidas urgentes de conservación en diversos elementos del recinto. Este proyecto de actuación urgente y parcial fue adjudicado el pasado mes de agosto a la empresa constructora Cadesa por 102.864 euros y, ahora, la Gerencia ha concedido una prórroga en el plazo de ejecución. 

Urbanismo continúa así el proceso iniciado el pasado verano, cuando se limpiaron las cubiertas y se retiró la gran cantidad de matojos secos nacidos durante la pasada primavera. La Gerencia dedicó a esta tarea y a una limpieza superficial de la fachada una cantidad próxima a los 150.000 euros.