ABC SEVILLA / 16/12/2013
ALBERTO GARCÍA REYES
Bajo el Patio de Banderas se podría escribir toda la historia de la ciudad de Sevilla, ya que en apenas un terreno de 400 metros cuadrados se ubica el primer asentamiento humano de la ciudad, en una zona por donde se hacinan vestigios turdetanos, fenicios, romanos, visigodos, árabes y cristianos. Sin embargo, lo que ha perdurado a lo largo de los siglos aguantando el paso inexorable del tiempo, recibe ahora una amenaza mayor, la actual situación económica del Ayuntamiento, algo que obligaría a no continuar con el proyecto de creación de una cripta que permita visitar todos estos restos, ya que esto le costaría a las arcas municipales una cantidad aproximada de 3,5 millones de euros.
Gracias a las excavaciones arqueológicas que comenzaron en 2009 se pudo dar con este importante hallazgo arqueológico. De ahí que se proyectara la creación de dicha cripta para darlos a conocer al público. Sin embargo, la falta de presupuesto ha hecho al Ayuntamiento replantearse esta opción y volver a enterrar el yacimiento después de una inversión de más de un millón de euros en los trabajos arqueológicos.
El propio alcalde, Juan Ignacio Zoido, anunció en febrero de 2012 que se habían iniciado los trámites para la adjudicación de las obras de la cripta. La Gerencia de Urbanismo, dijo entonces, había comenzado a redactar el concurso con un presupuesto estimado de 3,5 millones de euros y un plazo aproximado de 20 meses para su ejecución. El proyecto contemplaba, además, la transformación de la casa número 15 del Patio de Banderas en un centro de interpretación y laexcavación de un túnel que conectara esta antigua vivienda con la propia cripta arqueológica.
Pero ante los problemas económicos que arrastra el Ayuntamiento desde el anterior mandato, en el que, por cierto, se gastaron millones de euros en proyectos como el Antiquarium del Metropol de La Encarnación, el gobierno del PP ha pedido a los expertos que estudien la viabilidad de esta iniciativa y si realmente resulta de interés para la ciudad. Y ahí el alcalde se ha encontrado con opiniones opuestas.
El equipo de arqueólogos que dirige Miguel Ángel Tabales había hecho todo el trabajo pensando en su futura musealización, por lo que su postura es favorable a la cripta. Otros expertos a los que ha consultado Zoido, en cambio, aseguran que el trabajo arqueológico realizado es muy bueno y que el Patio de Banderas puede volver a enterrarse sin perjuicio para los restos, pues ya se conoce su importancia, ni para las arcas hasta que la economía permita retomar la idea inicial. Es decir, plantean hacer algo similar a lo que en su día se hizo con el yacimiento del Carambolo, que fue cubierto con grava de manera que los arqueólogos pueden volver a descubrir cada zona, perfectamente localizada, sin esfuerzo ni gran coste. Algo que, por cierto, no ha vuelto a hacerse nunca.
El Antiquarium costó más caro
La cripta del Patio de Banderas fue una iniciativa del anterior gobierno de Alfredo Sánchez Monteseirín, quien vendió como gran proyecto para la ciudad lo que él denominaba «Cardo máximo», la ruta entre el Alcázar y la Encarnación como eje central de la historia de Sevilla. El yacimiento hallado bajo las obras de las «setas» fue primero valorado por la Comisión de Patrimonio como unos restos sin demasiado valor arqueológico, pero cuando se puso sobre la mesa el proyecto del Metropol-Parasol, cambió de opinión y pasó a catalogar los vestigios como unos de los más relevantes de la ciudad. A partir de esa conclusión, las «setas» incluyeron el Antiquarium, un museo situado en el subsulo de La Encarnación en el que se exhiben los restos hallados. Hacer visitable esta zona costó 4,2 millones de euros, casi uno más de lo que hoy hay que invertir en el Patio de Banderas. Pero el Antiquarium se hizo y el del Alcázar quedó a expensas de que se terminaran las labores arqueológicas, para la que nunca se destinó un presupuesto definitivo. Zoido se encontró con la cripta sin hacer y el Ayuntamiento en ruinas.
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