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Jue

10

Dic

2015

DEL DRAGADO A LA SE-40: LO QUE SEVILLA SE JUEGA EN LAS ELECCIONES PDF Imprimir E-mail
Centenario Murillo


En los presupuestos aprobados no hay, sin embargo, partida alguna para la ampliación del Museo de Bellas Artes ni para la reforma del Arqueológico, proyectos muy importantes para sacar más rentabilidad al importante fondo patrimonial y artístico e histórico que guardan esos dos edificios y que están a la espera de que el nuevo Gobierno decida cuándo se ejecutan. En una situación similar estaría la rehabilitación del Alcázar del Rey Don Pedro de Carmona o la participación del Ministerio de Cultura en la celebración del Año Murillo por el que apuesta el Ayuntamiento de momento sin más apoyo que los 150.000 euros recogidos en los presupuestos de la Junta para la restauración y traslado de obras para celebrar el IV centenario del nacimiento de tan insigne pintor.
Del futuro nuevo Gobierno depende también la decisión de acometer el proyecto de mejora de la zona arrocera, una obra que reducirá el consumo de agua en esos cultivos. La obra, que se estima costará en torno a 180 millones de euros, estaba previsto ejecutarla con los fondos Feder, pero el retraso en la mejora del sistema de depuración de aguas y la necesidad de destinar el dinero a esa tarea lo impidió. Su ejecución con fondos europeos, aseguran los expertos, aún sería posible acogiéndose a otros programas de la UE, pero todo dependerá de la voluntad de quien nos gobierne.
Precisamente a ese proyecto han condicionado los arroceros la ejecución de otra obra hoy varada pero que empresarios y sindicatos siguen demandando por lo que puede suponer para el relanzamiento del puerto: el dragado de profundización del Guadalquivir. En torno a este proyecto, los silencios siempre han sido más elocuentes que los hechos, pero habrá que ver cómo se desarrollan los acontecimientos y si, de una vez, se acometen las actuaciones de mejora del estuario que pueden permitir su ejecución. En lo que parece que, de momento, hay consenso entre Gobierno central y Ayuntamiento es en el desarrollo de la Zona Franca de Sevilla, aunque sea un acuerdo de mínimos que reduce el área a acotar en una primera fase.
En su día, también hubo consenso entre los dos grandes partidos políticos en torno al despliegue de las fuerzas militares de EE.UU. en la base de Morón de la Frontera, aunque las medidas que permitan que las localidades cercanas puedan aprovecharse de esa situación están por ver. También sigue pendiente la comisaría de la Policía Nacional en el Polígono Sur, un proyecto sobre el que, tras más de treinta años de espera, se ha conseguido dirimir hace sólo unas semanas quién tenía la titularidad del solar donde ahora el Estado debe levantar la obra, aunque los presupuestos de 2015 no recogen partida específica para ello. En compás de espera está también la rehabilitación de la barriada Los Pajaritos, puesta en marcha gracias a la colaboración del Ministerio de Asuntos Sociales y el Ayuntamiento. La obra se adjudicó en julio pero está parada al pedir la empresa un modificado al Ayuntamiento que éste no acepta.

A todo ello, Sevilla estará muy pendiente de si, como ha reclamado el PSOE, el nuevo Gobierno pone en marcha un plan especial de empleo agrario que reduzca el número de peonadas que dan derecho a recibir una prestación o de los efectos que el cambio pueda tener sobre la reforma laboral y sobre las pensiones.

 
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