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2016

UNA NUEVA LUZ PARA VERA CRUZ PDF Imprimir E-mail
Iglesias y Conventos

DIARIO DE SEVILLA / 28/1/2016

JUAN PAREJO

Una intervención integral desde las cubiertas a la decoración mural. La capilla del Dulce Nombre de Jesús, sede canónica de la Hermandad de la Vera Cruz, ha sido remozada por completo. Este bello templo enclavado en el centro de la ciudad, que además cuenta con una historia apasionante, luce una imagen totalmente nueva tras la restauración acometida durante los últimos ocho meses. Lo que más llamará la atención a los hermanos y a los devotos es la luminosidad. Las pinturas murales han recobrado su esplendor, se ha actuado en cuadros, en altares, en las columnas que se han consolidado... todo gracias al generoso donativo de un devoto del Cristo del Cristo de la Vera Cruz y la Virgen de las Tristezas. 

La remozada capilla acoge esta noche la misa y la convivencia de las Hermandades del Lunes Santo. Será el preestreno antes de la apertura oficial que presidirá el obispo auxiliar, Santiago Gómez Sierra, el sábado. Ayer se daban los últimos retoques para que estuviera todo a punto. La hermandad ha subsanado los problemas que presentaba el inmueble gracias a esta intervención, como explica el hermano mayor, José de Cristóbal: "Teníamos unas filtraciones y unas humedades históricas. Decidimos atajarlas actuando en las cubiertas, pero hace dos años cambiamos la iluminación y vimos que el interior estaba muy mal por este motivo, así que decidimos afrontar una restauración integral". El arquitecto Enrique Carvajal se ha encargado de la dirección técnica de este proyecto multidisciplinar, que ha afectado también a la casa hermandad y a las estancias de la propia capilla, a la que se ha dotado de climatización para mantener una temperatura estable que favorezca la correcta conservación de las imágenes. 

Pero la intervención más vistosa es la que se ha realizado en el interior. La empresa Gestionarte, comandada por Benjamín Domínguez ha restaurado cuadros y altares. El escultor Juan Alberto Pérez Rojas ha realizado una nueva imagen de San Francisco que llamará mucho la atención por gran su calidad. "Estamos encantados porque es buenísimo", afirma el hermano mayor. Portará en su mano una miniatura del Cristo de la Vera y lucirá un nimbo labrado en plata por Joaquín Ossorio. Francisco Verdugo y Enrique Castellanos han realizado un nuevo templete para el Lignum Crucis. Se ha confeccionado un altar para la Cruz, titular de la cofradía. Los Hermanos Caballero han hecho 14 candeleros en madera de cedro de Brasil y, entre otras actuaciones, Fernando Soto ha restaurado una antigua cajonera procedente del convento Casa Grande de San Francisco. 

La palma se la llevan las pinturas murales que han sido resanadas y recuperadas en su totalidad por la empresa especializada Ágora, dirigida por Juan Aguilar. Se han invertido cuatro meses, más de siete mil horas de trabajo y empleado a 14 restauradores en los 340 metros cuadrados de pinturas de la capilla. "Se han recuperado los valores de las pinturas murales para globalizar los de la arquitectura". En una primera fase, se realizó un limpieza en profundidad. A continuación, se consolidaron los estratos y se fijó la capa pictórica, muy afectada por la humedad. Por último, se procedió a la reintegración cromática que le ha devuelto todo el lustre, como se percibe, sobre todo, en el presbiterio. 

Actualmente, los historiadores están investigado la autoría de unas pinturas que han sufrido diversas alteraciones durante su historia. Aunque se fechan a finales del XVIII, Juan Aguilar tiene sus dudas: "Nosotros creemos que son de finales del XVII. Hemos recuperado la policromía original de un ángel y tiene características propias del XVII. Creemos que la decoración es Barroca, pero que se ha transformado en distintas fases posteriores". 

 



La hermandad, para culminar todas las actuaciones en la capilla, instalará medidores de temperatura y humedad y ha encargado diversos proyecto de seguridad para protegerla de robos e incendios.

 
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