DIARIO DE SEVILLA / 15/3/2016

JUAN PAREJO

Que el museo de la Semana Santa sea una realidad más pronto que tarde. Con esa intención se reunieron ayer el alcalde, Juan Espadas; y el delegado de Fiestas Mayores, Movilidad y Seguridad, Juan Carlos Cabrera; y los cargos generales del Consejo de Cofradías, con el presidente, Carlos Bourrellier, a la cabeza. El Ayuntamiento y el Consejo llevan tiempo pregonando la necesidad de que la ciudad cuente con un gran espacio expositivo que sirva para dar a conocer a los visitantes una de sus fiestas mayores, una idea que también comparte el arzobispo, monseñor Asenjo. La maquinaria ya se ha puesto en marcha y ambas instituciones han empezado a diseñar la hoja de ruta para que el museo, o centro de interpretación, se materialice en el presente mandato municipal. Antes que elegir la sede, el Ayuntamiento ha instado al Consejo a decidir cómo será el espacio. 

Tanto Espadas como Bourrellier mostraron el pasado viernes, durante la inauguración de la exposición Arte cofrade. Hecho en Sevilla, su firme compromiso para contar con un espacio en el que los artesanos y las cofradías pudieran mostrar sus tesoros tanto a sevillanos como a turistas. "Los últimos meses de este consejo van a ser para dejar este proyecto maduro. Para mí es uno de los objetivos que tenemos que cumplir", decía Espadas. Ayer se empezó a recorrer ese camino. Lo primero que han de decidir, como expuso el alcalde en la reunión, es la forma de gestión que tendrá este futuro centro expositivo, por ejemplo, una colaboración público-privada en la que podría haber algunos patronos. 

El Consejo y el Ayuntamiento crearán una comisión técnica para buscar el espacio más adecuado para acoger el centro. La ubicación, en cualquier caso, será siempre en el casco antiguo para que pueda ser incluido en los circuitos turísticos. No hay ningún espacio preferido. Hace aproximadamente un año y medio, con Espadas todavía en la oposición, estuvieron visitando el centro Peyré en la calle Francos, aunque parece que actualmente es una opción remota. En la reunión se puso sobre la mesa que el museo podría estar en algún convento, como San Clemente o Santa Rosalía. La antigua iglesia de San Hermenegildo, en la Plaza de la Concordia, siempre ha sido muy apetecible para el Consejo, por ubicación y posibilidades. Es propiedad municipal, aunque necesitaría una restauración integral y una musealización que podría costar en torno al millón y medio de euros. El Garaje Laverán, en la calle Baños también podría ser una posible sede. 

El contenido del museo será también determinante para elegir la ubicación. El alcalde también ha declarado en más de una ocasión que este centro expositivo debería acoger también el Centro de Documentación de la Semana Santa, uno de los proyectos que presentó durante la campaña. En todo ello deberá trabajar la comisión que se cree para determinar el lugar más idóneo y ver la financiación que se necesitaría para su materialización.