Con fecha 22 de agosto pasado Parques y Jardines culminó un informe para la Gerencia de Urbanismo sobre la Biblioteca General y Centro de Investigación de la Universidad de Sevilla en el que señala que «la mayoría de las especies afectadas -por las obras de la Biblioteca en los Jardines del Prado- tienen muy pocas probabilidades de prosperar tras el trasplante». Este dato da la razón a todas las Asociaciones que conforman la Plataforma Ciudadana por los Parques y Jardines que durante todas las manifestaciones celebradas contra la destrucción de los Jardines del Prado acusaban a la Universidad y al Ayuntamiento de hacer un «arboricidio».
A primeros de agosto la Universidad de Sevilla inició las obras de construcción de la Biblioteca Central Universitaria en el Prado, con la total oposición de las asociaciones de patrimonio y ciudadanas, agrupadas en la Plataforma Ciudadana de los Parques y Jardines de Sevilla, que acusaron a la Hispalense de «nocturnidad y alevosía» por aprovechar que la ciudad estaba desierta por el calor para destruir los jardines, inaugurados en 1997 y que se construyeron con fondos europeos para hacer un microclima en la ciudad. Los primeros trabajos consistieron en el desmantelamiento de fuentes y bancos de la zona elegida para el edificio y el trasplante de los árboles, la mayoría de gran porte.
La Universidad por boca del vicerrector de Infraestructuras, Antonio Ramírez de Arellano, señaló que el trasplante se haría con todo mimo para lograr la conservación de árboles y arbustos. También dijo que el verano era la época óptima para el trasplante, como se decía en un proyecto de trasplante visado en el Colegio de Arquitectos. Por contra , la Plataforma criticaba el mes elegido en plena canícula sevillana.
Parques y Jardines con su informe da la razón a la Plataforma cuando ve pocas probabilidades de que los árboles sobrevivan tras su cambio de sitio. El informe lo finalizó Parques y Jardines el 22 de agosto y el jefe de servicio lo envía el 26 de agosto -el escrito tiene sellos del 2 y 4 de septiembre de la Gerencia- especificando que es respuesta «a lo que nos tienen solicitado en relación a la Separata de Proyecto de trasplantes e informe de sostenibilidad del Proyecto Biblioteca General y Centro de Investigación, que nos tienen remitido con fecha 30 de junio».
Es curioso que Parques y Jardines contesta con mucha parsimonia a Urbanismo, el 26 de agosto, cuando el informe se le pide el 30 de junio. Contrasta esa lentitud con la prisa de la Gerencia por dar la licencia de la Biblioteca, acuerdo que adoptó la Comisión Ejecutiva el 9 de julio sin esperar al informe.
Parques y Jardines en su escrito está de acuerdo con los lugares elegidos para el trasplante, todos en zonas públicas, pero no ve futuro alguno a los ejemplares «por experiencias similares en la ciudad», en referencia a los árboles de la Plaza Nueva que fueron trasplantados por el proyecto del tranvía, y que murieron poco tiempo después en el Parque Miraflores. Dice el informe que «dada las dimensiones de los árboles, que han alcanzado en su mayoría la madurez representativa, así como los marcos de plantación, la especificidad de los mismos y experiencias similares en la ciudad, entendemos que la mayoría de las especies afectadas tienen muy pocas probabilidades de prosperar tras el trasplante».
Se da el caso de que la jueza del Juzgado número 5 de lo Contencioso-Administrativo, el 25 de agosto levantó la suspensión cautelar de las obras de la Biblioteca del Prado, que había dictado el día 19 porque el proyecto contaba con una Separata de Trasplantes en la que se garantizaba que los árboles vivirían tras el trasplante y que s intalarían 240 metros cuadrados de juegos infantiles. El informe de Parques y Jardines echa por tierra el razonamiento de la jueza y por ende el de la Universidad.