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EL MEJOR CAFÉ SE TOMA EN LA CAMPANA SEGÚN EL I PREMIO TRADICIÓN CATUNAMBÚ PDF Imprimir E-mail
Comercio

ABC SEVILLA / 10/6/2016

El I Premio Tradición Catunambú, organizado por ABC de Sevilla con el patrocinio de Catunambú, ya tiene ganador. Se trata de la confitería La Campana, que ha sido elegida como el mejor establecimiento tradicional vinculado a Sevilla en el que tomar café.

El jurado de este galardón, que se ha reunido esta semana en la Casa de ABC, ha estado compuesto por el periodista Francisco Robles, el directivo de Catunambú Jesús Vargas Gómez y el presidente de la Asociación Empresarial de Hostelería de Sevilla Pedro Sánchez-Cuerda, que ha actuado como presidente de dicho jurado.

El voto del público

 

Al margen de la decisión del jurado, el I Premio Tradición Catunambú tambiénpretendía encontrar los «Sitios con encanto donde tomar café», con fin de poner en valor los establecimientos sevillanos más acogedores para disfrutar de una buena merienda o tomar un café en cualquier momento del día.

Así, ha contado con una categoría popular en la que los internautas han podido elegir su establecimiento predilecto para la hora de la merienda. El resultado de dicha votación ha sido Isolde Café, ubicada en la calle Cardenal Bueno Monreal.

Se trata de un establecimiento de marcado aire centroeuropeo en el que la música juega un papel protagonista, como ya sugiere su nombre, inspirado en un personaje operístico. Mientras se escuchan obras de música clásica y contemporánea se pueden saborear algunas de sus deliciosas tartas caseras y dulces de obrador.

Entre los participantes en las votaciones se seleccionará mediante sorteo a los tres ganadores del primer premio, consistente en una máquina de cápsula Venezia y productos Catunambú, y a los tres ganadores del segundo premio, que ganarán una colección mug Catunambú y un lote de productos de esta marca de café.

La esquina más dulce de Sevilla

Más de 130 años lleva la confitería La Campana ofreciendo artesanía de azúcar en una de las esquinas más céntricas y señoriales de la ciudad. La fundó Antonio Hernández Merino y en la actualidad es la cuarta generación de esta familia la que está al frente del negocio, regentado por Borja Hernández y José Antonio Hernández, quien considera que la confitería se ha convertido en «una enseña de Sevilla». «Vienen muchos señores con sus nietos y les cuentan cómo sus abuelos los traían a ellos: es algo que tienen muy interiorizado y es muy bonito», señala.

En las décadas que lleva abierta no solo ha mantenido su aspecto prácticamente intacto, sino que también ha cuidado con cariño de la tradición de las recetas originales que definen a la repostería sevillana desde hace siglos, ganándose así una clientela fiel y agradecida, que disfruta con cada una de las delicadas piezas que componen su mostrador. Entre las más características, los cortadillos, los merengues, las tortas de polvorón, las lenguas de almendra o las yemas sevillanas.

Son especialmente conocidos los artículos de temporada como las torrijas, losroscos de reyes y los panellets, y en la época estival que acabamos de estrenar son famosas sus tartas heladas y sus sorbetes, buenas soluciones para aliviar un poco las calurosas tardes sevillanas.

Sentarse en su velador a saborear alguno de estos manjares es una experiencia que va más allá del placer gastronómico, puesto que supone merendar un poco de Sevilla. De esa Sevilla ajetreada y vertiginosa que caracteriza al corazón de la ciudad y que se bebe sorbo a sorbo en la tranquila paz de esta terraza.

Entre su clientela también se encuentran muchos turistas y personas de fuera de Sevilla que acuden buscando algunos de sus productos más afamados. «Hacemos recetas de toda la vida que son laboriosas, como la fruta confitada y eso atrae a mucha gente», concluye José Antonio Hernández.

 
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