ABC SEVILLA / 11/ 12/2016
MARÍA JESÚS PEREIRA
-¿Fue de esos niños que andaban buscando siempre bichos para observarlos?
-Sí, sí, desde pequeño tenía esa afición. Me encantaba salir solo al campo y en mi casa siempre teníamos animales. Mi hermano Diego, que es profesor de Ecología en la Universidad de Córdoba, y yo teníamos serpientes, víboras, tortugas, cuervos, grajillas... era como la casa de Gerald Durrell (autor, naturalista, conservacionista y zoólogo).
-Su padre, Diego Jordano, fue catedrático de Biología Botánica y Zoología en la Facultad de Veterinaria. Imagino que él fue su inspiración para estudiar biología y quien le inspiró su interés por la Historia Natural.
-Sin duda. El interés por la Historia Natural debe estar en el ADN de mi casa porque mi abuelo paterno era profesor de Historia Natural en la enseñanza secundaria.
-La Sociedad Británica de Ecología acaba de darle el premio al mejor libro de Ecología por «Redes de mutualismo», en el que aborda la relación de las abejas con las plantas. ¿Por qué esa preocupación por las abejas?
-Bueno, el libro no sólo trata sobre las abejas, sino sobre interacciones entre especies y cómo afecta al ecosistema porque en el planeta no hay una sola especie que no interaccione con otras especies, lo que nos ha llevado a estudiar esas interacciones, lo que llamamos la arquitectura de la biodiversidad. Hay muchas formas en las que interactúan las especies: depredación, competencia, parasitismo, relaciones de mutua ayuda... Estas últimas son las que abordamos en el libro, las existentes entre plantas y animales, como las flores y los animales polinizadores o la dispersión de semillas por animales frugívoros que se alimentan de frutas y después dispersan las semillas. Son interacciones muy importante porque de ellas depende las persistencia de ecosistemas mega diversos, como los bosques tropicales. Por ejemplo, en el bosque atlántico de Brasil, más del 90% de los árboles y arbustos necesitan de los insectos o animales frugívoros vertebrados para polinizar las flores o dispersas las semillas. Si en lugar de extinguirse las especies desaparecen las interacciones, el bosque colapsa y sufre el síndrome del bosque vacío.
-¿En Andalucía hay «bosques vacíos»?
-Sí, porque faltan los grandes depredadores, como ocurre con el lobo en Sierra Morena, lo que explica que haya sobreabundancia de grandes herbívoros, como ciervos, gamos, jabalíes... que consumen muchas plantas y crean problemas de desequilibrios.
¿Por qué están muriéndose las abejas?
-Se mueren básicamente por pesticidas asociados a la agricultura intensiva. También les afectan los hongos y parásitos. Pero no sólo están desapareciendo las abejas, sino también las mariposas y muchos artrópodos.... Algunos incluso desaparecen antes de que los científicos podamos darle un nombre. Por la alteración del hábitat, en Doñana se han perdido bastante especies de libélulas son grandes depredadores en los medios acuáticos. Normalmente, cuando hablamos de abejas, todos pensamos en la abeja doméstica o melífera porque el hombre saca un beneficio de ellas, pero en el mundo hay cerca de 30.000 especies de abejas, muchas de ellas solitarias, es decir, que no forman colmenas. El ecosistema mediterráneo es donde hay mayor diversidad de abejas solitarias. En el caso de las abejas está afectando a muchas especies porque es uno de los pilares de la diversidad porque de ellas dependen depredadores.
-¿La desaparición de las abejas traerá la desaparición del hombre, como vaticina el Apocalipsis?
-Sí, pero no sólo las abejas. Ese es un mensaje que damos en el libro: el peligro está en cuando desaparecen las interacciones entre especies. Si en un edifico quitamos las vigas maestras que lo soportan, finalmente se cae.
-En España están autorizados 319 productos peligrosos para las abejas. ¿Cuáles de ellos son los más peligrosos?
-Los neonicotioides, una familia de insecticidas que actúan en el sistema nervioso central de los insectos, pero también en aves y mamíferos. El problema es que los herbicidas se acumulan en la plantas y hay niveles altos en el néctar o polen de las flores que visitan las abejas, abejorros o mariposas. Por tanto, no es un problema sólo de las plantas, sino también de los animales y los humanos porque esos plaguicidas se arrastran por toda la cadena trófica. De hecho, hay presencia de plaguicidas en el cuerpo humano si analizamos el hígado, la grasa o la sangre. Hay directivas de la UE para moratorias del uso de ciertos plaguicidas que tienen un efecto muy directo sobre las abejas.
-¿La solución es ir migrar hacia la agricultura ecológica?
-Sí, porque la agricultura intensiva usa muchos plaguicidas y fertilizantes que contaminan. Son compuestos que permanecen en la cadena trófica.
-Pero la agricultura ecológica es poco rentable para el agricultor y muy cara para las familias.
-Es verdad. Los productos de la agricultura intensiva son más bonitos a la vista y más baratos pero tienen una cara oscura.
-En su libro alerta sobre la acelerada extinción de especies y ecosistemas. ¿Qué medidas propone para conservar la naturaleza?
-Necesitamos áreas protegidas suficientemente extensas para preservar al máximo de diversidad de especies. En Andalucía tenemos un porcentaje bastante alto de áreas protegidas pero necesitamos una protección efectiva, es decir, que se cumpla la Ley, que actúe la Fiscalía ambiental. Por otra parte, falta también proteger amplias zonas con alta diversidad de especies, como en el trópico. En España, sucede también en Sierra Morena porque habría que conectar mediante corredores distintos parques naturales a lo largo de toda Sierra Morena y con Portugal porque los linces están yendo para allá. Tampoco hay suficientes áreas de reserva marina.
-¿Cuáles el mayor peligro para el medio ambiente: la hiperpoblación, el exceso de consumo, la contaminación, la deforestación, la defanuación por caza...?
-Esa sería una lista de causas inmediatas pero habría que buscar las causas más profundas y es que el hombre tiene que cambiar su actitud hacia la naturaleza. Hasta ahora ha sido de explotación, uso y abuso, y debemos cambiarla. La naturaleza es un patrimonio que debemos legar a nuestros descendientes mejor de lo que lo hemos recibido. No es de recibo que en los comités de cambio climático de París o Marruecos no haya una actitud de los dirigentes políticos más a favor de tomar medidas en cuestiones cuya solución no depende de países de forma individual, sino de acuerdos a escala planetaria.
-¿Cree que los políticos no se toman en serio la amenaza a la biodiversidad?
-No, realmente no porque para ellos no es una prioridad.
-¿Aprueba o suspende la actuación de Andalucía y España en conservación de la biodiversidad?
-España y muchos países suspenden. Afortunadamente España es uno de los puntos calientes de biodiversidad a escala europea. Habría que preocuparse por los grandes vertebrados y muchas especies de plantas con distribuciones restringidas en la Sierra de Cazorla o Sierra Nevada, que quizá estén sometidas a un sobre pastoreo. Ahora tenemos el conocimiento y los desarrollos tecnológicos para abordar eso de forma eficiente, incluso en ecosistemas complejos, aunque para eso hace falta financiación. La naturaleza es bastante eficiente en recuperarse si no hemos llegado a un punto de no retorno. El problema es cuando llegamos a un ecosistema, como el Mar Menor, Doñana o las tablas de Daimiel, a punto de no retorno.
-¿Cuáles es la especie invasora más peligrosas en Andalucía y Sevilla?
-El mejillón cebra por los daños que está provocando daños en infraestructuras hidráulicas y de riego.
-El cangrejo rojo es una especie invasora, pero la economía los ha salvado de la prohibición. ¿Usted está de acuerdo con esa medida?
-Sí. El cangrejo rojo es una especie exótica invasora pero muchas especies de la cadena trófica de Doñana dependen de él, sin olvidar su importancia social y económica en el bajo Guadalquivir.
- ¿Cuántos años tardará la ciencia en recuperarse la ciencia de los recortes en España?
-Depende, porque no es sólo una cuestión de dinero, sino de planificación, de que creamos como sociedad que la ciencia es importante. La financiacion con fondos de los Presupuestos Generales del Estado de las actividades de I+D+i ha bajado de 9.600 millones en 2009 a 6.400 millones en 2016 y los fondos específicos para proyectos de investigación cayeron de 550 millones en 2009 a 300 millones en 2015. La financiación global del CSIC descendió un 28% entre 2009 y 2015. El total de financiación es del 1,1% del PIB, cuando la media de la UE es de 1,7% y en seis países está por encima del 2%.
-¿La falta de apoyo público y privado a la ciencia explica que España tenga tan pocos premios Nobel?
-Es una de las razones. Lo que ocurre es que los premio Nobel son un indicador del nivel medio académico de una sociedad. Esos premios Nobel salen en sociedades en las que prima el talento y la capacidad crítica. La ciencia en España está en una situación de tormenta perfecta, que ocurre cuando hay dos tormentas y te pilla en medio. Se nos están jubilando una generación de científicos que salió al extranjero y con gran talento, y por otro lado estamos cerrando las posibilidades de que la gente de menos de 35 años se incorpore al sistema científico español. Esto, según modelos matemáticos, dará lugar a una situación de colapso.
-¿Cuáles son los peligros que acechan a parque de Doñana?
-Hay muchos. Doñana sigue ahí, en un estado de conservación razonablemente bueno aunque con muchísimos problemas y siempre está recibiendo afrentas, lo que parece mentira siendo patrimonio de la humanidad. En Doñana, el problema del agua no es el único pero sí uno de los más grandes. Hay más de 1.500 pozos ilegales que están afectando al nivel freático. Esos pozos se ven y no se actúa ni se hace cumplir la ley por parte de la Administración. También hay un incremento de cultivos ilegales intensivos en el cinturón norte del parque, lo que supone más fertilizantes y plaguicidas, y un exceso de contaminación por nitrógeno, que incrementa ambientes acuáticos que no son productivos y que favorecen especies exóticas invasoras. Además, está el problema de conservación de especies asociados al agua. Y luego tenemos otros actividades que tendrán un gran efecto, como el dragado del río, los depósitos de gas o la actividad minera al norte del parque
-¿Debe realizarse el dragado del Guadalquivir?
-El estuario del Guadalquivir no está bien y habría que recuperarlo antes de pensar en el dragado.
-¿Y el depósito de gas bajo Doñana?
-Hacer un depósito de gas debajo de Doñana es disparatado.
-¿Qué reparos pone a la actividad minera al norte de Doñana?
-Esa actividad sigue siendo una espada de Damocles. La actividad de extracción en las distintas explotaciones mineras deben tener garantías para evitar un desastre medioambiental como el del vertido.
-Los científicos de la Estación Biológica de Doñana le eligieron a usted para ser director de esa institución científica pero el presidente del CSIC impuso a Xim Cerdá a dedo. ¿Qué ha pasado para no respetarse esa elección democrática?
-Bueno, esa propuesta no es vinculante aunque en muy pocas ocasiones el presidente del CSIC no ha nombrado al candidato más votado.
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