VIVA SEVILLA / 1/6/2017

El Ayuntamiento aprovechó la festividad de San Fernando para ensayar la peatonalización de la calle Mateos Gago, que obviamente fue más habitable liberada de los vehículos que aparcan. Como ha destacado el alcalde, es la calle que desemboca en el triángulo Patrimonio de la Humanidad y sólo por eso requiere un tratamiento especial.
Aun siendo partidarios de ganar espacio al coche en beneficio del viandante, una cosa es un ensayo de un día y otra muy distinta modificar de forma permanente una arteria que, no se olvide, es también la vía esencial de comunicación para el barrio de Santa Cruz, el cual podría quedar desconectado del resto de la ciudad.

Por tanto, el Ayuntamiento debería garantizar la accesibilidad de los residentes y analizar el impacto de una posible peatonalización no sólo en esta vía sino en toda esta zona del Casco Histórico. Espadas aboga por instaurar una plataforma reservada o única, es decir, la eliminación de las aceras para dejar toda la calle al mismo nivel. No suele gustarnos esta moda urbanística. Tiene el inconveniente de que se aprovecha para eliminar el adoquinado tradicional, deja indefensos a los peatones ante el tráfico presente (véase el caso de la calle San Luis) o futuro y propicia el riesgo de que los veladores, por más que el acalde (que no puede controlar la carga y descarga siquiera) niegue su incremento, se extiendan más allá de los límites de las actuales aceras.