ABC SEVILLA / 8/6/2017

M.J. PEREIRA

La Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía y la Asociación para la Defensa del Patrimonio (Adepa) han vuelto a reunirse esta mañana en las Atarazanas para intentar llegar a un acuerdo definitivo para su restauración y rehabilitación. Ambas partes han acercado posturas, ya que Adepa ha aceptado la petición de la Junta de demoler un edificio que impide ver la fachada, pero la construcción de unas escaleras para llegar a la primera planta dificulta por ahora la firma de un convenio para el reinicio de las obras que fueron paralizadas judicialmente a finales de 2016.

Joaquín Egea, portavoz de Adepa, y Eduardo Tamarit, secretario de la Consejería de Cultura, han analizado con los técnicos algunos de los escollos que han paralizado la firma del convenio: el cuerpo de guardia y la escalera de acceso a la primera planta. En cuanto al cuerpo de guardia, Egea ha informado que Adepa ha aceptado finalmente su demolición. «Se trata de un edificio que está fuera de las Atarazanas y que impide ver en toda su dimensión la fachada. Lo que hemos pedido es que, una vez derribado, se prolongue la reja central con la misma forma y diseño que la actual hasta llegar al Hospital de la Caridad», ha indicado el representante de la asociación conservacionista.

En cuanto a la escalera, Adepa se mantiene firme al negarse a su construcción en la nave 4, como pretende la Junta de Andalucía. «No vamos a aceptar la construcción de la escalera en ninguna nave porque sería algo absolutamente ilegal, según la Ley de Patrimonio Histórico. La Junta tendrá que estudiar otra solución, como que haya sólo un salón y no dos en la planta alta, lo que evitaría tener una salida de emergencia. Si se construyeran las escaleras perturbaría la visión extraordinaria de las naves», añade Egea.

La Junta ha transigido con otras reclamaciones de Adepa, como excavar las naves 6 y 7 de las Atarazanas hasta el nivel original del siglo XIII. Ello supondrá la extracción de unos 5.000 metros cúbicos de tierra. Han acordado ambas partes no usar zunchos metálicos en las pilastras.

Sobre el recinto amurallado islámico de la ciudad que comprende la muralla, la barbacana, la torre y la puerta acodada almohade, descubiertas durante las recientes campañas arqueológicas y situados en la medianera oriental del edificio hasta el nivel del siglo XIII, ambas partes pactarían excavar, restaurar y ponerlo en valor.

La Junta ha aceptado también que los huecos a la calle Dos de Mayo podrán ampliarse hasta prácticamente la cota de la acera pero no podrán usarse como acceso, manteniéndose como única puerta de entrada la de la calle Temprado. En cuanto a la Real Fundición, se reproducirá su cubierta primitiva y mantendrán cristaleras, raíles y cerámicas en planta baja. Se mantendrá la sala de armas y de mandos del edificio del siglo XVIII y las dos edificaciones exteriores y la antigua biblioteca.