A su juicio, tendrían que dar explicaciones el entonces gerente de Urbanismo, Manuel Marchena, y los delegados que lideraron el proyecto (Emilio Carrillo, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis y ahora Manuel Rey), así como el director técnico, José Miguel Chinchilla, y el propio alcalde.
«¿Quién dio a entender que era posible la continuidad del contrato a la empresa, a sabiendas desde 2007 de que el proyecto era imposible?, porque eso es fraude a la contratación», argumentó Pérez, quien acusó al Grupo municipal Socialista al frente de la Gerencia de Urbanismo de «ocultar información». El portavoz adjunto de los populares propuso que, de aquí a 2011, no se tome ninguna decisión sobre esta obra sin el consenso de todas las fuerzas políticas y aseveró que se trata de «un proyecto absolutamente estrellado, símbolo vivo del modelo de ciudad que estos señores nos han regalado; es decir, ocultación, incumplimiento de plazos y desviación presupuestaria de un 70%».
Francisco Pérez trajo a colación que ya en febrero advirtió que se había producido «una alteración de la licitación original, que se había adjudicado sobre un proyecto básico» y, al igual que ya sugirió en su momento, consideró que la solución pasaría por parar el proyecto, «no comprometer más dinero, terminar el mercado, musealizar los restos y buscar una solución para los parasoles que aún están por construir y no soportan la pasarela», además de ver «qué solución artística se le da al conjunto». Pérez lamentó, igualmente, las cantidades «astronómicas» que se barajan para «una cubierta incierta, porque los que ahora dicen que es viable son los mismos que han engañado antes».
Según se detalla en el informe, el proyecto modificado supone una cuantía de 29.954.087,37 euros (unos 18,5 millones la nueva solución para las uniones de la estructura de madera) que, sumado al primer modificado, supone una desviación de 38.453.618 euros sobre un presupuesto inicial de 51.206.918,25 euros. «En definitiva, más del 70% de desviación».
Legalidad y solidez técnica
Pese a todo, la respuesta del delegado de Urbanismo, Manuel Rey, incidió en que el informe del secretario municipal «es absolutamente positivo y recomienda que la obra debe continuar por interés público». Es más, precisó que el proyecto ha «superado todas las dificultades técnicas y económicas» y que cuenta con «toda la legalidad y solidez técnica suficiente para asegurar que saldrá adelante y estará terminado a final de año».
Con respecto a las aseveraciones que daban por «irrealizable» el proyecto en 2007, Rey recordó que existía un compromiso por parte de las empresa adjudicataria, Sacyr, de encontrar una solución técnica «que en enero de 2009 ya se planteó» y que se pondría a disposición. «En esa época se estaba trabajando en la estructura metálica del proyecto y, de acuerdo con las indicaciones de la dirección facultativa, no era viable proceder a una paralización». El delegado cifró en 18 millones el sobrecoste en relación con los 51 originales, tomando sólo como referencia las uniones de la estructura de madera, e indicó que el Ayuntamiento «no ha descartado la depuración de responsabilidades», pero «cuando termine este gran proyecto».
Aseguró que el mercado podrá estar en funcionamiento en septiembre y tachó la actitud del PP de «absolutamente irresponsable, porque tergiversa el informe del secretario. Están utilizando todos los medios para paralizar un proyecto sin manifestarlo de forma clara porque saben que empresarios, vecinos y muchos líderes de opinión lo apoyan». «Lo que sucede —apostilló— es que les gustaría hacerlo a ellos».
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