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Mie

10

Nov

2010

TOMARES REGISTRA EL PROYECTO DEL TELEFERICO AL SER MARGINADO SIN METRO PDF Imprimir E-mail

José Luis Sanz asegura que es una «alternativa real» al conectar Tomares con la capital en seis minutos

El Ayuntamiento de Tomares registró ayer en la Consejería de Obras Públicas el proyecto del teleférico, que unirá la localidad aljarafeña con Sevilla.
Tras solicitar la ampliación de la Línea 1 de Metro desde San Juan Bajo hasta Tomares, y posteriormente la 2 desde Plaza de Armas hasta la localidad, obteniendo de la Junta de Andalucía la callada por respuesta, el popular José Luis Sanz, alcalde de Tomares, ha presentado el teleférico como la solución al problema del tráfico.
Esta tercera alternativa uniría este municipio de 25.000 habitantes con la capital en tan sólo seis minutos y 20 segundos; 12 minutos y 40 segundos si se trata de ida y vuelta, una cifra que se aleja satisfactoriamente de las dos horas que pierde un tomareño atrapado en atascos en la entrada y salida de su localidad. Las 18 cabinas, con capacidad para 30 personas cada una, podrán desplazar a unos 3.000 pasajeros por hora.
El teleférico tendría parada en la Glorieta del Carmen de la localidad, cuyo tráfico se soterraría, convirtiendo la zona en paso peatonal; una estación intermedia en el Polígono El Manchón, y la llegada en la Avenida Blas Infante de Sevilla, con conexión directa a la Línea 1 del Metro.
«Es el proyecto más innovador y ambicioso de la historia de Tomares», explica José Luis Sanz. Una acción que supone una inversión de 20 millones de euros, un coste asumido al cien por cien por la empresa concesionaria. Con respecto a otros proyectos realizados en la capital en el tema de movilidad, se trata de una cifra asequible, si se compara con la primera fase del carril bici, que supuso un desembolso de 19,5 millones de euros, o con los más de 90 millones que se llevó el Metrocentro. El alcalde apuntó que si bien son ya varias las empresas que han mostrado su interés por la ejecución y gestión del proyecto, saldrá a concurso. Una vez que se obtenga el sí de la Junta de Andalucía, las obras se prolongarían durante 12 meses.
Se trata de un proyecto relativamente simple, ecológico y rápido, que eliminaría 20.000 vehículos diarios de las carreteras de Sevilla, pero cuya mayor complicación es superar las trabas administrativas. Para que el proyecto vea la luz «debe haber un consenso entre las administraciones». Aunque desde el Ayuntamiento de Tomares se ha desarrollado y registrado este proyecto confiando en que la voluntad de la Junta de Andalucía es dar una solución al problema del tráfico tanto en el Aljarafe como en Sevilla, asaltan las dudas cuando se recuerda que el alcalde estuvo cinco meses esperando una reunión con la antigua consejera, Rosa Aguilar. «Pero tenía una agenda complicada acompañando todo el día al señor Espadas», apunta Sanz, que asegura que se han tenido que enterar de las intenciones de la Junta a través de los medios de comunicación. «Es más, hemos llegado incluso a leer que son los municipios de Bormujos y Tomares los que tienen paralizado el proyecto del tranvía y me sorprende». Sanz también brinda a la Junta la posibilidad de mejorar el proyecto del teleférico en aquellos aspectos que considere necesarios.
Sin embargo, también aprovechó la oportunidad para recalcar, una vez más, que «el Metro es la solución definitiva» a los problemas de movilidad, como así lo piensan los ayuntamientos de Camas o Castilleja de la Cuesta, que en su momento solicitaron que el Metro llegara a sus municipios. E igualmente incidió en que el tranvía no supone ninguna solución, y menos si no va soterrado, sino más bien un nuevo hándicap para la movilidad del municipio, ya que reduce una de sus arterias principales.
«Si nos siguen castigando sin metro, el teleférico es una solución real», reitera Sanz, que hace un llamamiento a la nueva consejera de Obras Públicas, Josefina Cruz, para que «valore y estudie el proyecto detenidamente porque los vecinos lo merecen». No se pone fecha límite para obtener una respuesta, esperando «que se tomen su tiempo y no se precipiten».

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