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2019

La Florida, arqueología de Híspalis a Ishbiliya PDF Imprimir E-mail
LA FLORIDA

Abc Sevilla / 9/07/2019

Javier Macías

El hallazgo arqueológico anunciado este fin de semana no es el único que se ha producido recientemente en este solar de La Florida. El descubrimiento de la vía Heraclea, por donde entró Julio César a Sevilla, se suma al que el arqueólogo de estas obras, Miguel Ángel de Dios, confirmó en una entrevista en ABC el pasado mes de mayo: un potente complejo portuario a quinientos metros de la desembocadura del antiguo Tagarete.

En este espacio extramuros, que desde hace décadas se encuentra abandonado hasta que se han reiniciado recientemente las obras de construcción de viviendas, llevan años investigando los arqueólogos. Se trata de un solar de 4.300 metros cuadrados y excavado hasta los seis metros de profundidad donde se encuentran tanto restos de la Híspalis romana como de la Ishbiliya islámica. Es, en definitiva, una auténtica mina de oro para estos profesionales.

En los últimos años, allí se han hallado trazados urbanos mudéjares, medievales, almohades y pre-almohades. Hace ahora diez años, en 2009, apareció en La Florida el arrabal mudéjar de Benialofar, un barrio del siglo XIV pero de origen islámico del siglo XII que tenía la misma configuración que el de Santa Cruz, con callejuelas y adarves. Se confirmaba, de esta forma, que ya desde la época almohade la ciudad se había ensanchado más allá de las murallas. Benialofar aprovechaba las edificaciones islámicas entre las puertas de Carmona y de la Carne. Un arrabal del que se conocía su existencia documental pero no física y que se asentaba sobre la vaguada natural del arroyo Tagarete.

Tenía una entidad urbana excepcional siendo una zona extramuros. Y, sobre el término, aunque todo apunta a que realmente se trataba de Benialofar, es posible que no fuera así ya que, aunque existió, se trata de una entidad periurbana de la que no se tiene constancia ni en fuentes musulmanas ni en las cristianas.

Cuando se descubrió este arrabal, en La Florida ya se encontraba trabajando Miguel Ángel de Dios. Con los años, ha llegado al segundo momento histórico: la fase romana. Bajo Benialofar, hay varias fases de la Híspalis republicana y augustiana, que es la última a la que se ha llegado. En la entrevista que le hizo en este periódico Félix Machuca, el arqueólogo hablaba del complejo portuario romano que se descubrió hace unos meses: «Lo que hemos documentado es una serie de infraestructuras relacionadas con la actividad portuaria, como almacenes, áreas de control administrativo, un santuario y espacio de acopio de materias primas a cielo abierto».

Un emporio
Ya se sabía que el primer puerto que tuvo Sevilla en la época romana se encontraba en la desembocadura del Tagarete, en las proximidades del Alcázar, y que se extendió hasta el actual Parlamento de Andalucía. Ahora se ha descubierto que en la zona de La Florida, allende las murallas, había vida comercial y marinera. Aquel complejo portuario formaba parte de un anillo «continuum» que iba por el levante a la altura de La Florida y por el cauce del Guadalquivir hasta el lugar donde hoy se encuentra el Parlamento. «Ese cordón, que está mejor perfilado en la orilla de poniente ahora, hemos podido caracterizarlo hasta la puerta de Carmona, que es por donde entra la vía Augusta en Hispalis», afirmaba Miguel Ángel de Dios en la entrevista concedida a ABC.

Un espacio al que, no obstante, «no llegaban los barcos de calado». Quedan muy pocos restos del mismo y no se trataba de un puerto al uso, sino de infraestructuras portuarias por la orilla del arroyo. Después, se vio completado con unas áreas de culto para aquello mercaderes de la Campiña que venían a Híspalis a traer mercancías para Roma y que realizaban una ofrenda a la divinidad, algo muy habitual en este tipo de emporios. Junto a este santuario, se encontraba una gran plataforma de 3.000 metros cuadrados a cielo abierto que servía de almacén de productos.

La Híspalis republicana
Anterior a esta zona portuaria, de la segunda mitad del siglo I a. C., ha aparecido ahora un tramo de la vía Heraclea. Se trata del antecedente de la vía Augusta, con la que coincidía en algunos tramos de la Bética pero que, justo en este punto, iba por otro lado. Esta última conectaba el norte con el sur de la península, desde los Pirineos hasta Cádiz. La vía Heraclea, conectaba anteriormente el levante con el sur peninsular y es, según los libros de historia, la que utilizó Julio César para entrar en Híspalis por la Puerta de Carmona tras discurrir por esta localidad o las de Écija y Córdoba.

Este fin de semana, Miguel Ángel de Dios señalaba al periodista Alfredo Valenzuela (EFE) que el tramo que ha aparecido tiene 40 metros y, curiosamente, está justo anexo a los restos del complejo portuario del que hablaba el arqueólogo en mayo. Se trata de un descubrimiento de última hora, ya que estos profesionales lo que iban buscando en la zona era una necrópolis romana, de la que no se ha encontrado nada y, sin embargo, sí han aparecido otros restos que nada tenían que ver con los inicialmente previsto.

La vía Heraclea, cuando se construyó el emporio en la ribera del Tagarete, se anuló y se pasó hacia el norte, justo por lo que hoy es la avenida de Luis Montoto, paralela a los Caños de Carmona.

Desde 2006, cuando se iniciaron las primeras investigaciones por mandato de la delegación de Cultura, todo lo que ha aparecido en La Florida es una sorpresa. Un solar abandonado, del que se hizo cargo la Sareb, donde se pretende construir un barrio moderno y bajo el que ya había uno mudéjar, almohade, un puerto romano y una vía por la que entró un tal Julio César unas décadas antes de que naciera Cristo

 
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