Pero el Ministerio de Cultura parece que no entiende de setas ni de urgencias políticas y no va a autorizar al Ayuntamiento de Sevilla esa exposición en el Espacio Metropol Parasol, que Monteseirín pretendía incluir en el marco de un proyecto expositivo titulado «Los tiempos de la ciudad», que encargó al arqueólogo Fernando Amores.
La Dirección General de Bellas Artes y Bienes Culturales del Estado ha decidido darle la razón a la Junta de Andalucía que a través de la Comisión de Bienes Muebles consideró en un informe técnico enviado al Ministerio que preside Ángeles González-Sinde que «se banalizaría» el Carambolo si se enseñaba en las Setas, que no ofrecían, además, según el informe, las condiciones de seguridad adecuadas para exponer este conjunto de piezas de valor incalculable hallado de forma fortuita el 30 de septiembre de 1958 casualmente por el obrero Alonso Hijonos del Pino durante unas obras en los terrenos de la Real Sociedad de Tiro de Pichón de Sevilla, en el término municipal de Camas. El tesoro del Carambolo consta de 21 piezas profusamente decoradas de oro de 24 quilates, con un peso total de 2.950 gramos y que inicialmente fueron atribuidas al período tartésico por el profesor Mata Carriazo, aunque hace ya tiempo que se ha impuesto en todos los ámbitos arqueológicos la tesis de su origen fenicio.
La valoración negativa que hacía la Consejería de Cultura del traslado de las piezas, actualmente en la cámara acorazada de un banco, a las dependencias del Antiquarium, habría sido clave para tomar esta decisión, según reconocieron ayer fuentes del Ministerio a Ep. El pasado 27 de octubre la entonces delegada local de Cultura, Maribel Montaño, anunció que el Tesoro del Carambolo, que se había podido ver en el Museo Arqueológico de Sevilla por última vez el 28 de febrero de 2010, se expondría de forma «temporal» en el Antiquarium, según una propuesta de Sánchez Monteseirín, que fue visada por todos los miembros de la Comisión de Patrimonio, pero no fue consultada con la Junta ni con el Ministerio. La titularidad del tesoro es municipal, tras adquisición por un millón de pesetas a finales de los años 50, pero la Consejería de Cultura tiene el tesoro en custodia en virtud de una revisión del convenio inicial que obligaba a que se guardara en el Museo Arqueológicio Nacional, con sede en Madrid. Paulino Plata no quería que el Museo acabara en las Setas y lo ha conseguido.
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