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Feb

2021

Mortaja gris para la Magdalena PDF Imprimir E-mail
PLAZA DE LA MAGDALENA

Diario de Sevilla / 4/2/2021

Carlos Colón

 

La emulación, como deseo intenso de imitar e incluso superar las acciones ajenas, es una gran cosa siempre que éstas sean positivas. Puede emularse lo mejor o lo peor. El alcalde y su teniente de Hábitat Urbano parecen inclinarse por lo segundo. Porque las acciones ajenas que se quieren imitar -superarlas es imposible- son las de Sánchez Monteseirín. Todo queda en el PSOE. Espadas y Muñoz parecen empeñados en emularlo en lo que a la desfiguración del centro de la ciudad se refiere. No podrán superar la tan necesaria como pésima peatonalización de la Avenida que se inició con la tala de sus grandes árboles. No podrán superar la tan necesaria como carísima y mal resuelta reurbanización de la Alameda que se inició -es como una obsesión lindante con la dendrofobia- despojándola de sus jardinillos. No podrán superar, por supuesto, el carísimo despropósito de las setas de la Encarnación. Pero les queda la desfiguración de calles y plazas.

Consumados los despropósitos de Baños y Mateos Gago -destruyendo en esta una fisonomía consolidada desde hace casi un siglo- la emprenden con Dormitorio en un plan que posiblemente afectará a todo su entorno -San Leandro y San Ildefonso, Pérez Galdós, Alhóndiga y plaza del Cristo de Burgos- mientras se alisa y amortaja de gris la Magdalena. Le tocaba también a Zaragoza, pero de momento la Comisión Provincial de Cultura lo ha parado.

Lo que ya se ve de la Magdalena responde a ese gusto cateto de chalé "tó enlosao" que está convirtiendo tantas calles y plazas de Sevilla en ásperos desiertos grises. El manifiesto en defensa de la pavimentación histórica apoyado por artistas, historiadores, arquitectos, aparejadores, geógrafos e ingenieros -"¡a buenas horas, mangas verdes!"- que el pleno del Ayuntamiento aprobó el 15 de octubre debe haber sido enviado a los retretes municipales para darle el uso que se daba al papel El Elefante.

La Magdalena es uno de los espacios más maltratados de Sevilla. Un catálogo de lo que no debe hacerse en el centro desde que se edificaron el primer y el segundo Galerías Preciados o se derribó la casa del marqués de Aracena para alzar el agresivo esperpento en estilo adecuadamente llamado brutalista. Ahora lo poco que le quedaba se pierde entre el aplauso o la indiferencia de la mayoría de los sevillanos.

 
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