El Ayuntamiento ha tasado la venta de La Gavidia en doce millones, una cifra que ha contabilizado como ingresos en su presupuesto, al igual que ya hiciera Alfredo Sánchez Monteseirín durante los dos últimos ejercicios de su mandato final. El exalcalda sacó dos veces a concurso la venta parcial del solar, pero siempre quedó desierto, por lo que finalmente optó por enajenarlo como sede comercial íntegramente. Las previsiones de Urbanismo, según un detallado informe técnico publicado ayer por este periódico, cifran la creación de puestos de trabajo en el caso de que se use como suelo de exposición y venta de 140 puestos directos. Pero Juan Espadas cree que esta situación conlleva a un modelo de condensación del centro de Sevilla y que un gran comercio en La Gavidia «saturaría la zona». Es más, a su juicio «hay una conexión clara entre el aparcamiento de La Alameda y la comisaría de La Gavidia, ése es el modelo de Zoido».
Pero, más allá de cuestionar la medida, y teniendo en cuenta que admite la calamitosa situación del inmueble, ¿cuál es su propuesta? Para Espadas, el uso del edificio debería conjugar el espacio comercial con el de servicio público. Y, en su opinión, esta fórmula podría ser jurídicamente viable. De hecho, el portavoz del PSOE desveló ayer a ABC que su antecesor al frente del grupo municipal, Alfredo Sánchez Monteseirín, consultó «internamente» a la Junta de Andalucía —él era entonces el consejero del ramo— la posible modificación urbanística, pero que no llegó a iniciar los trámites porque se le aclaró que «jurídicamente era muy difícil».
Esta explicación pone en entredicho al exalcalde, ya que pese a las cortapisas que desvela Espadas, siguió incluyendo la venta de La Gavidia en el presupuesto municipal para incrementar los ingresos de manera engañosa.