http://www.abc.es/cultura/arte/abci-rafael-moneo-premio-nacional-arquitectura-2015-201604081659_noticia.html

Es posible que D. Rafael Moneo merezca este premio Nacional de Arquitectura 2015. Lo que tenemos claro es que ni muchísimo menos se le puede otorgar por sus restauraciones. Moneo no ha sabido integrar su arquitectura con el paisaje urbano edificado, por el contrario, la vista, por ejemplo, del Ayuntamiento de Murcia hiere los sentidos y rompe con la belleza de la Catedral o el Palacio Arzobispal.

El problema de muchos arquitectos es la carencia de humildad para no intentar dejar su sello allí donde lo dejaron otros. El anonimato es fundamental en la intervención en cascos antiguos.

Magníficos arquitectos son pésimos restauradores o integradores de arquitectura en conjuntos históricos.

El segundo gran problema tiene relación con los materiales y las formas, ¡qué difícil es para “los divinos” estudiar y aplicar técnicas de otro tiempo! El ejemplo de la Giralda, lo conocemos todos, pero si en vez de derribar la mezquita, se hubiera hecho la Catedral al lado, hoy tendríamos Mezquita y Catedral, pero era otra mentalidad, ¿o seguimos igual, destruyendo el pasado para levantar lo nuevo?

LA CASA DE PILATOS Y EL PALACIO DE LAS DUEÑAS: CENTROS DE RUTAS PATRIMONIALES

Hablábamos ayer de la posibilidad de crear rutas patrimoniales que unan conventos, palacios e iglesias con una misma entrada y permitan mover visitas que en soledad difícilmente podrían conseguir iglesias y conventos de la ciudad.

El turismo en Venecia sería un ejemplo a seguir por nosotros.

¿Se imagina lo que podía significar que las 140.000 visitas que recibe al año la Casa de Pilatos permitiera, con un euro o dos más, completar la ruta con el Convento de San Leandro, Santa María de Jesús o la Iglesia de San Esteban? ¿Nos imaginamos lo que significaría 140.00€ anuales de entradas para cada uno de estos tres edificios?

Muchas de las penurias económicas en que ahora se mueve nuestro patrimonio, tendrían solución.

Animamos a D.Ignacio Medina, Duque de Segorbe, a encabezar esta iniciativa fundamental para la ciudad, como lo ha hecho con sus hoteles en el Barrio de San Bartolomé. Igualmente nos imaginamos lo que significaría para el Convento de Santa Inés, el ex Convento de la Paz, San Marcos o la Iglesia de los Terceros una iniciativa similar desde el Palacio de las Dueñas, una vez se haya consolidado su valor turístico. 

Junto a la conservación del caserío, para el que sobra normas y falta crear un organismo de protección del Patrimonio que realmente funcione, lejos de las Comisiones oficiales que tanto daño están causando por acción u omisión al conjunto histórico, hace falta una política decidida de inversiones que ponga fin a la situación de deterioro y ruina de edificios como la Iglesia del Convento de Santa Clara, el Convento de San Leandro, el de Madre de Dios, la Iglesia de San Hermenegildo, la Capillita de San José o la de San Felipe Neri y ponga en valor a otros sin uso como el Pabellón Real, para el que está destinado la colección Bellver, las Atarazanas, la Venta de los Gatos, la Casa de Murillo o la Iglesia de San Laureano. Sin contar con edificaciones de la Expo 92', sin uso, como los pabellones del futuro, la energía, etc... la ría o el Pabellón del S.XV

Es evidente que la Junta de Andalucía ha dado la espalda desde hace años al capítulo de inversiones en nuestra ciudad, mientras la Gerencia de Urbanismo lo hace no en lo que más lo necesita, sino en lo que le interesa políticamente.

En los próximos días iremos desarrollando edificio por edificio su situación y a la vez proponiendo ideas para hacer frente a este grave riesgo que amenaza el Patrimonio sevillano.

La Iglesia del Salvador, la Capilla de San Pedro de Alcántara o la creación de rutas patrimoniales que una conventos, palacios e iglesias son caminos a explorar. 

EL PODER DEL DINERO:

Unos señores deciden despilfarrar una fortuna para construir una Torre y convertirla en la anti Sevilla.

La Torre contamina la visión de la ciudad desde el Aljarafe, afecta gravísimamente a la circulación de la zona y es un elemento extraño al espacio de la Cartuja donde se encuentra. Por todo ello, se genera un debate en el cual la mayor parte de la sociedad se muestra absolutamente contraria a su construcción, excepto los políticos con Montesirín a la cabeza y luego el Sr. Zoido que la apoyan.

Recientemente se monta un tinglado con bomberos subiendo y bajando y los medios de comunicación haciéndose eco de estas carreritas.

El poder fáctico de la ciudad, decide, para lavar la cara al edificio, apropiarse del nombre de la ciudad: Torre Sevilla y los medios de comunicación se arrodillan y olvidan su nombre y el desprecio social y adoptan como suyo el de una ciudad cuyo Patrimonio viene a destruir.

¡Se siente vergüenza! 

En una Parroquia de nuestra ciudad, a los pies del templo, se encuentra esta lápida que nos habla de D. José González Cuadrado. Un sevillano que con sólo treinta y nueve años se enfrentó, como bien dice la lápida, al tirano de la Europa, es decir a Napoleón, que algún cobarde de entonces y pretendido intelectual de ahora, nos quiere hacer ver como valedor de la paz y el progreso de España.

González Cuadrado fue uno más de aquellos patriotas que hace dos siglos, con escasas fuerzas, se enfrentaron a Napoleón que estaba destruyendo nuestra cultura, nuestra industria y nuestro patrimonio.

La obra de Gómez Imaz sobre lo que robaron y destruyeron los franceses en Sevilla debería servirnos para despreciar a los Lista, Reinoso y compañía, la élite intelectual del momento, afrancesada y por tanto traidora a su pueblo que, en muchos casos, como González Cuadrado o Palacios Malaver, pagaron con la horca la defensa de la independencia y la cultura de este país.

Reza por último la lápida: Su memoria (la de González Cuadrado) durará más que el bronce y que este mármol. No sabían los que escribían esta lápida, que en este país de antipatriotas se perdona todo, hasta la destrucción de nuestra cultura y de nuestras propiedades, pero no se perdona sentirse español, por ello, la fecha del ajusticiamiento de este gran sevillano, ha pasado desapercibida para las escuelas, ayuntamientos y otras entidades de esta ciudad.

La cofradía de los tristes, ante la muerte de la arquitecta Zaha Hadid, nos culpan, más o menos veladamente, de que Sevilla no pueda contar con la biblioteca que diseñó para la Universidad.

Pero eso no es lo que dijeron los tribunales de Justicia, la biblioteca no la derribaron los vecinos, ni los defensores del patrimonio, ni los ecologistas, la derribó la Comisión de Patrimonio de la Junta, el Alcalde, el Rector y el Delegado de Urbanismo que decidieron, a sabiendas de que iba contra las Leyes de Patrimonio y el Plan General de Ordenación Urbana, que debería construirse en un parque. Entre otras cosas para darle en la cabeza a Rojas Marcos.

Con ello no sólo perdió Sevilla la obra de una gran arquitecta, sino el dinero de todos. Desgraciadamente la ineficacia, ilegalidad y dispendio de fondos públicos no son motivos suficientes para que se les haya abierto una causa penal. 

Un magnífico artículo de Pablo Ferrand sobre la restauración de la Iglesia de Santa María la Blanca.

De Santa María la Blanca tan solo no nos gusta el que no se ha completado  la restauración  de las pinturas murales de las naves laterales. El dejarlas sin acabar va en contra de la belleza del conjunto, cuando son pinturas sin un gran valor pictórico pero si estético.

LAS ATARAZANAS: UN NUEVO INFORME SOBRE SU PRETENDIDA RESTAURACIÓN

Son muchas las Instituciones que se muestran contrarias a la pretendida “restauración” de las Atarazanas, a pesar de que parece que sólo interesa el informe de Icomos también contrario a las obras.

Uno de esos organismos es el Instituto Internacional de Conservación Mundial de Historia y Arte. En España esta institución forma parte del Instituto del Patrimonio Cultural Español dependiente del Ministerio de Cultura de Madrid.

Su Vicepresidenta nos ha mandado el informe que ha realizado su organización a través de la Real Academia de Bellas Artes de Sevilla.

¿Influirá esto en La Caixa o la Junta de Andalucía? No lo sabemos, dudamos de cualquier sistema que con apariencia democrática desoye las opiniones que no sean de sus técnicos o arquitectos de salón.