Jue

25

Oct

2018

El metrominuto Imprimir

VIVA SEVILLA-M.J.FLORENCIO-25.09.2018

El delegado de Seguridad y Movilidad,
Juan Carlos Cabrera, presentó
con motivo de la Semana de la
Movilidad el denominado metrominuto,
definido en la página web oficial
de su Delegación como "una representación
esquemática del mapa de tu ciudad
en la que se representan (sic) las principales
calles y avenidas de Sevilla así como
aquellos puntos de centralidad
(equipamientos, plazas, parques, centros
de barrio) junto con las distancias
que los separan expresadas en metros y
en minutos. ¿Para qué sirve? Su finalidad
es poner en evidencia la proximidad
entre lugares reconocibles de la ciudad:
si conocemos el tiempo empleado en
desplazarnos a pie a un sitio determinado
es más fácil elegir este medio que si lo
concebimos como un lugar lejano".
Con el metrominuto el Ayuntamiento
propone un conjunto de itinerarios peatonales
con un tiempo real aproximado
de recorrido de entre uno y veinte minutos.
Dicho de otro modo, el gobierno del
socialista Espadas considera que tiene
mucho más sentido recorrer a pie itinerarios
en los que no se tarde más de veinte
minutos (los cálculos se han hecho a
partir de una velocidad media caminando
de 5 kilómetros a la hora) que utilizar
el coche.
"Sotto voce", o incluso sin el "sotto",
desde la oposición y por parte de algunos
cronistas se ha interpretado la iniciativa
municipal poco menos que como
una tomadura de pelo o un simple sucedáneo
ante la falta de nuevas líneas de
Metro que lleven hasta el Centro o conecten
entre sí otros barrios de la ciudad. El
contramensaje difundido desde estos
sectores es que como no hay visos en el
horizonte, tras casi un decenio de espera,
de que se construya ni siquiera la media
línea 3 del Metro, Espadas invita a los
sevillanos a que vayan de un sitio a otro
andando.
El ejemplo de Carande
Andar es muy saludable, como también
de forma genérica recuerda la web de la
Delegación de Movilidad, y además Sevilla
es la ciudad ideal para hacerlo, como
lo demostraba con su ejemplo el insigne
catedrático e historiador económico Ramón
Carande, recordado por, entre
otros, su libro 'Carlos V y sus banqueros'.
Don Ramón defendía la evidencia de que
Sevilla era llana como la palma de la mano
y por lo tanto idónea para desplazarse
a pie de un sitio a otro, costumbre que
él practicaba a diario con su particular
metrominuto "in mente" y con su melena
blanca al viento cuando no se cubría
con una gorra o sombrero.
El eminente y andarín historiador se
convirtió con sus caminatas en un personaje
típico de las calles de Sevilla, un paladín
de los caminantes en la Transición,
como de los ciclistas era la ucedista Carmen Llopart. A Carande le vinieron tan
bien sus caminatas por la ciudad que vivió
hasta los 99 años y sólo le faltaron
ocho meses para haber cumplido el siglo.
La literatura médica está llena de informes
sobre los beneficios de andar al
menos veinte minutos diarios. Y lo mejor
de todo es que caminar es gratis: no hay
que pagar billete alguno de medios de
transporte ni repostar gasolina o gasóleo.
La Universidad de Harvard hizo un estudio
sobre cien personas que acostumbraban
a caminar
veinte minutos
al día durante
cinco días
a la semana
y comprobó
que padecían
un 43% menos
de resfriados y
gripe y que si
contraían estas
enfermedades
se recuperaban
luego antes de
lo habitual. Por
su parte, la
Universidad de
Exeter concluyó
que caminar
15 minutos al
día producía
un efecto ansiolítico
que
frenaba la ansiedad
por ingerir
alimentos
azucarados.
Item más, el
Hospital del
Mar de Barcelona
recomendaba
andar para
reforzar las rodillas
y las caderas
(las articulaciones
más
atacadas por la
artrosis) así como
el cuádriceps,
por lo que
se reducen los
dolores y se retrasa
la evolución
de esta enfermedad.
La
lista de los beneficios
de un
paseo diario es
enorme: mejora
la salud cardiovascular
y el
estado físico en
general, quema
grasas, elimina
colesterol, mejora
la resistencia,
calma la ansiedad...
El metrominuto con sus itinerarios para
caminantes se puede descargar en formato
PDF desde las webs de Movilidad y
de la Red de Ciudades que Caminan. El
Ayuntamiento ha anunciado otras posibilidades,
como códigos QR y reparto de
folletos y trípticos pero echo de menos
iniciativas digamos más visuales como
paneles informativos, ahora que se gasta
un buen dinero (1,1 millones de euros) en
instalar sólo los que indican si los aparcamientos
de la ciudad tienen o no plazas
libres.
En Estocolmo, por ejemplo, hay paneles
exteriores que indican al viandante la
distancia que puede recorrer andando
en un tiempo dado y en un radio a partir
del punto en que se encuentra (marcado
como un círculo), una medida que recuerda
la famosa isocrona tan publicitada
durante la Expo-92. Aquí se limitan a
remitirnos a Internet.
El metrominuto de Cabrera tiene una
lectura política y económica en la que el
gobierno de Espadas no ha reparado y
que supone la desautorización del tranvía
que a modo de sucedáneo del Metro
(de ahí su denominación de Metrocentro)
se sacó de la chistera su antecesor y
correligionario Monteseirín en 2007 para
conectar la Plaza Nueva con el Prado de
San Sebastián.
Comparación
Y es que el delegado de Movilidad sólo
invita a los sevillanos a que comparen el
tiempo que tardan en sus desplazamientos
en vehículo privado con el tiempo
que tardarían en recorrer esa misma distancia
andando, pero ¿qué pasa cuando
la comparación se establece no sólo con
el coche sino también con el tranvía de
Monteseirín?
Según el metrominuto, entre la Plaza
Nueva y la Catedral hay 350 metros que
se pueden recorrer a pie en 4 minutos.
Luego ofrece una información confusa
entre la Catedral y la Puerta de Jerez al
intercalar el Alcázar como hito intermedio
y dar el doble dato de 250/300 metros
y de 3 minutos. No se sabe bien si un dato
se refiere al Alcázar y otro a la Puerta
de Jerez, es la prolongación del anterior o
hay que sumarlos. Y desde la Puerta de
Jerez a la estación de autobuses del Prado
de San Sebastián/terminal original
del tranvía especifica que hay 550 metros
que se tarda en recorrer 7 minutos.
En total, conforme al documento el
tramo del tranvía desde el Prado hasta la
Plaza Nueva que construyó Monteseirín
mide 1.200 metros en números redondos
(Google Maps le atribuye 1.280 metros,
pero también depende de qué punto de
la Plaza Nueva se tome como referencia),
que se pueden recorrer andando en 14
minutos; luego el "Metrocentro" queda
por debajo de los 20 minutos, el tiempo
recomendado por el Ayuntamiento para
hacer un itinerario a pie antes que en un
medio de transporte.
Por decirlo de otra manera, el metrominuto
es la demostración inconsciente
de Cabrera y Espadas de la innecesariedad
de haberse gastado en tiempos de
Monteseirín 80 millones de euros en el
tranvía entre la Plaza Nueva y el Prado
porque esa asequible distancia de 1.200
metros se puede recorrer a pie en menos
de veinte minutos. Tan innecesario fue
que desde entonces los gobiernos locales
socialistas no piensan en otra cosa
que en gastarse más millones para llevarlo
más lejos aun a costa de ignorar
autobuses, Metro y Cercanías, a ver si así
logran justificarlo de una vez ante los sevillanos,
que a la postre lo pagan todo
con sus impuestos. Más metrominuto y
menos Metrocentro. ■