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Ene

2019

El tranvía descarrila Imprimir
Tranvia

VIVA SEVILLA- M.J. FLORENCIO-26.12.2018

Aveces no sé si Espadas peca de ingenuo o de listo al no querer enterarse al cabo de casi cuatro años
al frente del Ayuntamiento que
tiene tan sólo 11 concejales de una Corporación con 31, pese a lo cual actúa como si gobernara con mayoría absoluta,
trata de forzar las situaciones y no se trabaja políticamente con antelación los
asuntos al presuponer el apoyo a sus tesis, con lo cual corre el riesgo de darse algún que otro batacazo.
Ya le ha pasado más de una vez en el
Consejo de Gobierno de la Gerencia de
Urbanismo, donde mecánicamente el
PSOE se comporta como si contara de
antemano con el voto favorable de Participa e IU, que hartos de ser ninguneados
por Antonio Muñoz o le han dado un portazo ausentándose o le han castigado
con un voto negativo.
Y recuérdese cuando, sin sondear previamente la postura del resto de los grupos, llevó al Pleno municipal la compra
de la sede de la Consejería de Gobernación de la Plaza Nueva para meter allí a
los funcionarios municipales. Toda la
oposición en bloque le tumbó aquella
propuesta y lo dejó desairado ante la
Junta de Andalucía.
No es prioridad
Ahora se ha repetido la historia con su
proyecto estrella de ampliación de la línea del tranvía entre San Bernardo y
Santa Justa, rechazada de plano por PP,
CS, Participa e IU con, en síntesis, los
mismos argumentos que hemos expuesto aquí desde el principio: es redundante
e innecesaria porque discurre por un tramo ya servido por varias líneas de autobuses de Tussam y el Cercanías
de Renfe y la ciudad tiene otras
prioridades antes que gastarse
49 millones de euros que, en último extremo, no pasarían por el
tranvía sino por la red de Metro y
la conexión del aeropuerto con
Santa Justa.
Espadas ha cargado especialmente contra el PP por su voto
negativo y lo ha acusado de electoralista y de incoherente. Según
el alcalde, el gobierno socialista
siempre ha dado por hecho el
respaldo del partido liderado por
Beltrán Pérez al proyecto de ampliación del tranvía porque en
abril de 2015 el entonces alcalde
popular y candidato a la reelección, Juan Ignacio Zoido, presentó "un documento completo de
viabilidad técnica, social y económica" de la prolongación del
tranvía previamente encargado
a Tussam, amén de que el PP había incluido esa misma iniciativa
en su programa electoral.
El alcalde destaca que durante
estos tres años y medio de mandato y año y medio de tramitación del
Plan Especial del tranvía, el PP nunca
había manifestado que estuviese en contra de este proyecto ni había presentado
alegaciones al mismo. También ha recordado el acuerdo alcanzado entre su gobierno y los populares para que éstos se
abstuvieran en la votación del Presupuesto municipal de 2018, y señalado
que entre las condiciones por aquéllos
exigidas no figuró nada relativo a la "paralización" de la ampliación del tranvía,
ni tampoco Beltrán Pérez manifestó nada al respecto.
Nueva coyuntura
Por ello, Espadas entiende que el PP ha
"engañado" al gobierno y ha "tomado el
pelo" al conjunto de los sevillanos al
"cambiar" su estrategia sin contarlo a
nadie y esperar a la votación definitiva
del Plan Especial para revelar su nueva
posición. Conclusión del alcalde: el principal partido de la oposición carece de
fiabilidad y esta decisión obedece a una
estrategia de desgaste político contra el
PSOE o es consecuencia del gobierno de
coalición que negocia con CS para la Junta de Andalucía.
No hace falta que lo interprete Espadas porque lo ha reconocido el propio
Beltrán Pérez cuando ha dicho públicamente que ahora se ha creado una expectativa de ampliar la red de Metro de
Sevilla con el líder del partido, Juanma
Moreno, como posible presidente de la
Junta de Andalucía.
Por tanto, los populares estiman que
lo prudente es paralizar la prolongación
del tranvía y enterrarla "para siempre".
Según Pérez, el tranvía de Monteseirín
fue aceptado por el PP por "desesperanza" de que algún día se continuara ampliando la red de Metro. Y se ha preguntado: "¿De verdad hay que construir un
tranvía que lleva el mismo trazado subterráneo que el anillo ferroviario ante la
expectativa abierta por Juanma Moreno
de que haya Metro?"
Incoherencias
Estas palabras confirman la incoherencia del PP, una de las acusaciones de Espadas, y la carencia de modelo de ciudad por parte de Zoido al copiar el injustificado y oneroso proyecto de Monteseirín -también asumido ahora por el alcalde socialista-, porque su prolongación
por el mismo trazado del Cercanías de
Renfe y de varias líneas de autobuses de
Tussam no ha cambiado por el hecho de
que Juanma Moreno pueda ser presidente de la Junta de Andalucía; tenía tan poco sentido antes como ahora.
Pero ¿acaso está libre de incoherencias Espadas como para arrojar la primera piedra al PP y acusarlo de no ser fiable, haberle engañado a él y a su gobierno y tomarle el pelo a los sevillanos por
no votar a favor de la ampliación del
tranvía?
Veamos. El 27 de noviembre de 2015 el
PSOE de Espadas aprobó en el Pleno municipal una moción de IU en virtud de la
cual el gobierno desistió de modificar el
PGOU para la recalificación de la antigua
comisaría de la Gavidia y mantener la calificación que tenía en el Plan General de
2006 para garantizar su uso público y social. Pues bien, tres años después, previo
pacto precisamente con el PP, el gobierno socialista de Espadas ha modificado
el PGOU para que con la recalificación de
la Gavidia para uso terciario se pueda
privatizar y construir allí desde un hotel
a un complejo de oficinas. ¿Se aplicará
entonces el alcalde a sí mismo por cambiar de criterio en la Gavidia las mismas
descalificaciones que ha vertido contra
el PP por el tranvía?
Errores políticos
Hay mayor diferencia todavía: el PP nunca dijo explícitamente que fuera a apoyar la ampliación impulsada por Espadas. El error de este último ha consistido
en aplicar por su cuenta una especie de
silencio político-administrativo positivo: dar por supuesto que como los populares no habían alegado durante la tramitación del Plan Especial ni se habían
pronunciado públicamente en contra
eso significaba que iban a votar a favor,
sin preocuparse de sondearlo previamente ni percatarse de que el contexto
político ha cambiado tras las elecciones
andaluzas tan sólo por la expectativa de
que Juanma Moreno pueda gobernar en
Andalucía. Así pues, el alcalde ha actuado conforme a una mera suposición no
verificada previamente (no decir no
equivale a decir sí) y sin quererse dar por
enterado de que ha cambiado el "statu
quo" político.
Y en cuanto a la acusación de electoralismo ¿acaso los partidos no se mueven
siempre en clave electoral? Recuérdese
cuando Espadas anunció el proyecto de
la costosa y redundante ampliación del
tranvía, no apoyada siquiera por la
asamblea de la patronal sevillana con su
presidente al frente, cómo le traicionó el
inconsciente y dijo que algo tenía que
hacer para las elecciones.
Pero, ¿por qué no convertir un revés
político en una oportunidad? ¿Por qué,
amparándose en el clásico tópico de haber entendido el mensaje, no anuncia
que destinará los 49 millones del tranvía
a los barrios desfavorecidos (siete entre
los diez más pobres de España) de Sevilla, cuyos habitantes difícilmente se subirían al tranvía pero que en
buena parte se echaron en
brazos de la abstención en
las elecciones autonómicas,
desencantados con el
PSOE?
Cuanto más insista Espadas en sus ataques a la oposición y en tratar de movilizar contra ella a vecinos, comerciantes y empresarios
por causa del tranvía, más
dejará en evidencia su debilidad política y más parecerá preso de una pataleta por
negarse a asumir este rechazo, como si los demás tuvieran que someterse obligadamente a sus designios
cuando resulta que carece
de la mayoría suficiente. Y
como dijo recientemente Felipe González, la grandeza
de la Democracia no es la alternancia, sino saber aceptar la derrota. ■