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15

Ene

2015

LOS SALVAVIDAS Imprimir

ABC SEVILLA / 15/1/2015

FRANCISCO ROBLES

TIENEN nombre de comparsa caletera, o de flotadores que lucen su color naranja en las piscinas. Tienen nombre compuesto, verbo y sustantivo, y forman un coro que canta en silencio mientras otros se dedican a dar el cante. En estos tiempos de salvapatrias que van de matones por la vida dándole jaque mate a la Guardia Civil, en esta época de fanatismo que llega a enfrentar un lápiz de dibujante con un f usil asesino, l ossalvavidas nos dejan ese hilo de esperanza que es imprescindible para mantenerse en pie sobre el mundo.

 

Estos héroes anónimos no desfilan cada tarde por la pasarela de las vanidades hispalenses, ni practican el figuroneo en los cócteles de copa de balón donde se mezclan la fresa deshidratada con la alhucema de la copa de cisco en el brebaje del yintoni. Estossalvavidas no presumen de su hazaña porque no les va el figuroneo. En el si gl o XXI, que t ambién es puro cambalache como rezaba el tango de l a pasada centuria, l ossalvavidas no perciben ninguna paga, ninguna subvención, ninguna compensación económica. Llegan, se «arremangan», dejan su sangre y se van. A lo sumo, un zumo y un bocata para reponer fuerzas. Y sanseacabó.

Desde el Centro Regional de Transfusión de Sangre están pidiendo donaciones porque hacen falta para seguir salvando vidas. Tras la Navidad, la cuesta de enero también se nota en el número de donaciones. Quien quiera salvar vidas ya sabe lo que tiene que hacer. Con una extracción puede generar tres transfusiones. Suena a oferta de supermercado, pero es la pura realidad: tres por uno. Con una sola extracción se puede socorrer a un trasplantado de hígado, a un enfermo de leucemia y a un paciente que padece anemia. Tras el golpe de jeringa, los que saben de esto se encargan del centrifugado para que unos se lleven las plaquetas y otros trinquen los hematíes. Y a seguir viviendo, que son dos días.