promo

Síguenos en Twiter

Banner
Banner

Jue

05

Nov

2020

La degradación del Casco Antiguo de Sevilla se cobra el puesto del director del distrito PDF Imprimir E-mail

Abc Sevilla / 10/09/2020

Eduardo Barba

El creciente deterioro de la zona más importante de Sevilla capital, el Centro, durante los dos últimos años, agravado durante 2020 por la crisis del coronavirus y la reducción de servicios durante meses, se ha cobrado una primera víctima en el Ayuntamiento. El alcalde, el socialista Juan Espadas, ha destituido hace unos días al director del distrito Casco Antiguo, Luis Duarte, que ahora ha pasado a ocupar un puesto de asesor bajo el área de Alcaldía. La degeneración de muchas zonas del casco histórico este verano, con numerosas quejas de colectivos vecinales a causa de la suciedad, las plazas principales repletas de personas sin techo, el vandalismo, las okupaciones, la inseguridad y el auge de los robos, ha terminado por provocar el cambio al frente de ese distrito, que ahora va a dirigir el que era segundo del mismo, además de coordinador, José Antonio Fernández Rincón.

Los problemas y la degeneración de la convivencia en muchos puntos del amplio casco viejo hispalense han provocado el movimiento de ficha por parte del alcalde. Como ha ido publicando ABC en los últimos meses, espacios principales del Centro se han ido degradando este año, ayudados por el estado de alarma que vació las calles y redujo al mínimo la actividad social y comercial. Esa actividad se ha ido recuperando lenta y paulatinamente, pero este verano los lugares más céntricos de Sevilla se han ido poblando de personas sin techo, un fenómeno que ha aumentado apoyado en el menor tránsito de personas. Las quejas de los vecinos han crecido en este sentido de manera exponencial al haberse convertido muchas de las plazas en auténticos albergues al aire libre durante el verano. A todo ello se ha unido el crecimiento de los actos vandálicos y, sobre todo en agosto, de los robos en comercios y bares, muchos de los cuales permanecían cerrados al no recuperarse el ritmo de los clientes. Todo ello se ha producido especialmente en la Alameda de Hércules y su entorno, donde, por otro lado, los okupas también han irrumpido con fuerza a raíz del caso del edificio de la calle Feria donde se han instalado familias rumanas. En este sector, las reclamaciones del vecindario se han disparado desde el mes de junio.

La tensión ha ido creciendo en este sentido y las reuniones con los vecinos no han fructificado luego en acciones que hayan mejorado estos problemas, que resultan más dolorosos al tratarse de una zona, la Alameda, donde se encuentra la sede del distrito (en la calle Crédito), la Policía Local y la comisaría de la Policía Nacional, en la misma acera del conocido bulevar. Ni eso ha mejorado el panorama para los vecinos y trabajadores de la zona, que han trasladado su queja en reiteradas ocasiones al Ayuntamiento sin resultados palpables. El gobierno municipal, de esta forma, ha aprovechado el arranque del curso político una vez superado el verano para acometer este relevo en el distrito más sensible de los once de la ciudad, que ahora tendrá que afrontar también otra delicada cuestión: la aplicación progresiva del llamado Plan Respira, mediante el que el Ayuntamiento va a restringir el acceso al Centro del tráfico privado con cámaras de videovigilancia y agentes de la Policía Local, otro asunto cargado de polémica por el rechazo de buena parte de las organizaciones vecinales y del sector del comercio, que considera que se trata de un momento muy inoportuno por la crisis desatada a raíz de la pandemia. La figura del director del distrito ya se había erosionado bastante también por esta cuestión.

Un distrito «maldito»
Duarte fue coordinador de contingencias y eventos en la delegación de Fiestas Mayores hasta la primavera de 2017, cuando se convirtió en director del distrito con sede en la calle Crédito en lugar de la dimitida Margarita Asuar. Duarte abandonó su puesto anterior pero mantuvo su sueldo de 49.900 euros al año de director general. Ha estado tres años con un puesto que parece maldito desde que el PSOE recuperase la alcaldía en 2015. Asuar ocupaba el cargo de directora general y tenía una presencia discontinua debido a una baja laboral hasta que acabó dimitiendo hace algo más de tres años. Mucho antes de esta dimisión también se produjo la salida de Eloy López Domínguez, que era coordinador de actividades del distrito y se marchó para integrar el equipo de confianza de la concejalía de Fiestas Mayores. En ambos casos el responsable político es el mismo: el socialista Juan Carlos Cabrera, concejal de Seguridad, Movilidad y Fiestas Mayores, además. Al hilo de ello, la oposición, muy especialmente el PP, ha cargado muy duro durante este verano contra Cabrera por la falta de efectivos policiales en el casco histórico, que vincula a esa degradación y a la inseguridad creciente. El edil de Gobernación viene subrayando que el gobierno local está inmerso en el proceso para incorporar a más de cien agentes.

 
Informacion